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“Todos y cada uno de nosotros hemos comprado más de una vez por impulsos ya que  el ser humano funciona por emociones”

Cuando las estrategias de marketing en ATL van orientadas en captar la atención a través de los sentimientos ¿Cuántos anuncios de televisión están seduciendo diariamente? La respuesta es que muchos anuncios lo están consiguiendo. Ahora si nos vamos al campo de las redes sociales o la comunicación online en concreto, no se esta trabajando este aspecto, no nos estamos esforzando en mejorar la forma de llegar al cliente y la clave esta en las emociones.

Tenemos mil formas de llegar a las personas a través de la horizontalidad que nos ofrecen redes sociales como Twitter donde cliente y empresa se encuentran al mismo nivel. Parece una obviedad pero leer el perfil de un usuario antes de contestar para poder saber su nombre y un poco sobre su biografía no nos llevará más de 30 segundos y obtendremos abundante  información a un click.

En Facebook pasa algo parecido: podemos obtener cuantiosa información de valor sobre un usuario como puede ser donde vive, si tiene pareja, que le gusta, que lugares visita o que música escucha gracias a la implementación de ciertas herramientas con Facebook.

Ya vemos que con un par de redes obtenemos muchos datos de nuestros clientes para  poder ofrecer productos de una forma óptima. Lo importante de todo es que siempre mantengamos un nivel de comunicación con los usuarios de persona a persona y dejarnos de jerarquías.

Ahora que ya sabemos que información obtenemos de los usuarios, comprendemos como hemos de interactuar con ellos pero ¿Cómo llegamos a sus corazones?

El ser humano es fácil de emocionar, de sorprender. Si hoy tuviesemos que conquistar a una persona intentaríamos ser lo más sorprendentes, diferentes y enamoradizos posible. ¿Por qué? Porque queremos conquistar el corazón de esa persona.

Ok pero, ¿Por qué no lo hacemos en social media? No estamos emocionando porque no arriesgamos, nos quedamos detrás de un perfil, en una posición fácil y sin lanzarnos a intentar impresionar.

Está muy claro que para hacer las cosas medianamente bien en social media tenemos que tener una estrategia definida pero con eso no vale, ya hay mucha gente haciéndolo bien, tenemos que fascinar e ilusionar a los que nos siguen y la única forma de hacerlo es arriesgando.

¿De qué nos vale llevar a raja tabla una estrategia en social media si no estoy llegando a los sentimientos de los usuarios? De nada, porque si no llegas, no transmites. Tenemos mil formas de sorprender a través de diverso contenido como vídeos, imágenes o contenido multimedia. Dejemos un poco de lado las estrategias de marca y arriesguemos más como seres humanos que somos e intentemos sorprender al resto de usuarios.

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